Hemos leído miles de artículos donde se hablaba de mejorar la autoestima, pero hemos descubierto que la mente, aunque puedas modelarla, no puedes engañarla. No es un proceso directo ya que la mente utiliza un lenguaje de programación distinto al que utilizamos nosotros. Una persona fracasada y deprimida que le dice a su mente que es el mejor y que puede con todo obtiene los mismos resultados que gritarle al ordenador que calcule fórmulas de una hoja de cálculo. El lenguaje que hay que utilizar con la mente es muchísimo más sutil, de algún modo hay que entrarle a la mente por la puerta trasera.
Pues después de analizar cientos de técnicas, algunas muy complejas (y la mayoría profundamente inefectivas) dimos con la que mejores resultados ofrece, y la compartimos con vosotros para que la apliquéis hoy mismo:
AUTODISCIPLINA.
Así es. Ese es el valor que, si lo cultivamos, mejores resultados nos va a dar para mejorar nuestra autoestima. Y es que de nada sirve engañar al cerebro con frases vacías si no le damos algo de material coherente. La autodisciplina tiene muchos ámbitos de aplicación, a pesar de su poco agraciado nombre. Se trata de ser congruentes en nuestras acciones, en función de los pequeños objetivos diarios que nos hemos marcado.
Como todo músculo, la autodisciplina debe ejercitarse regularmente (mejor a diario) y te sorprenderás de las mejoras que puedes experimentar si poco a poco aumentas tus niveles de autoestima por medio de ser congruente y fiel a tí mismo. La satisfacción del deber cumplido y de comprobar que tus acciones siguen la misma dirección que tus pensamientos y emociones llena cada día tu depósito de autoestima.
Compruébalo! márcate hoy mismo pequeños objetivos y cúmplelos SÍ o SÍ. Luego nos cuentas
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